El fenómeno Hive, más vivo que nunca
Si te dijeran que se puede jugar al ajedrez sin tablero, no te lo creerías. El tablero de ajedrez es un espacio cerrado en el que ocurre el juego y no puede ser de otra manera. Sin embargo, en Inglaterra en la década de 1990 John Yianni empezó a imaginar cómo sería el ajedrez sin un espacio finito y predeterminado. Cuenta la leyenda que se inspiró en una película en la que los dos protagonistas se reunían regularmente para jugar al ajedrez, trayendo cada uno sus propias piezas y una mitad del tablero. En 2001, al inicio del nuevo milenio, tuvo la brillante idea de crear Hive e hizo historia. Aunque la finalidad del juego puede parecer la misma que en el ajedrez, (“hacer jaque”, es decir, rodear a la abeja reina del oponente) la auténtica esencia (y el disfrute) de Hive radica en el hecho de jugar sin tablero. Movimiento tras movimiento, el tablero se va formando con las propias piezas (en las que aparecen insectos de colores: escarabajos, hormigas, arañas y saltamontes) y por los “espacios” entre ellas. Así pues, es posible crear un número prácticamente infinito de formas y configuraciones de diferentes piezas durante el juego. La regla principal es la única regla Hive, según la cual para que los insectos se puedan mover se debe mantener la conexión entre todas las piezas. Esta regla proporciona a Hive una plétora de tácticas y estrategias de gran riqueza. Las partidas suelen desarrollarse con mucha tensión y un mal movimiento puede cambiar completamente el desenlace, haciendo de Hive un juego sorprendente y sumamente divertido.
En la década de 1990 John Yianni empezó a imaginar cómo sería el ajedrez sin un espacio finito y predeterminado. En 2001 tuvo la brillante idea de crear Hive e hizo historia
Las reglas de Hive son muy sencillas y comprensibles hasta para los jugadores más jóvenes, pero la estrategia en la que se basan es muy profunda y presenta retos incluso para los jugadores más experimentados. Es por ello que Hive puede considerarse un juego educativo “rápido”, que se puede enseñar al alumnado de una clase, por ejemplo, y al mismo tiempo, contiene diferentes capas de complejidad por explorar y todo el potencial para entrar en la categoría de deporte mental. Descubrí la existencia de Hive por casualidad hace cuatro años y desde entonces mi concepto de juego de mesa ha cambiado completamente. Durante este tiempo, no he parado de enseñar el juego a mis amistades y a jugadores con los que coincido en juegos de mesa en vivo, y en medios sociales tratando de difundir mi entusiasmo.
En cuanto al mundo de la competición, desde 2007 existe un campeonado mundial online en boardspace.net y, gracias a esta y a otras plaformas como BoardGameArena, ha crecido una comunidad online en la que abunda la amabilidad y el apoyo. Cada uno contribuye en lo que puede: ayudar a mejorar a los jugadores más inexpertos, organizar competiciones y sesiones privadas o simplemente divertirse hablando del juego. Randy Ingersoll y Joe Schultz, ganadores de ediciones anteriores del Campeonato Mundial, han escrito sendos best-sellers para quienes deseen mejorar o averiguar la profundidad a la que puede llegar a encontrase la “abeja” en esta colmena. Tras el éxito inicial, a lo largo de los años se han añadido incluso tres insectos más con nuevas capacidades (el mosquito, la mariquita y el bicho bola o cochinilla) que se han convertido ya en parte esencial del juego en cualquier competición. Aunque a mí los insectos en general no me parecen nada atractivos, he de reconocer que estos bichos en sus hexágonos han iluminado mi experiencia de juego y lo siguen haciendo casi 20 años después de su invención, fascinando además por igual a niños y adultos.
Tengo la impresión de que Hive está expandiéndose ahora más que nunca y seguirá trayéndonos más horas de disfrute durante mucho tiempo. Personalmente, gracias a Hive (online y presencial también) he hecho muchísimos amigos en los últimos años y me siento muy satisfecho de saber que cumple además la función social que todo juego debe tener, que es poner en contacto a gente con trayectorias de todo tipo mediante el lenguaje común de los juegos. Por ultimo, solo me queda invitarte a retarme en BoardGameArena (mi apodo es Frasco), a unirte a nuestra comunidad de Facebook (Hive: the boardless game) o a ponerte en contacto conmigo para chatear sobre cualquier cosa relacionada con Hive.
Traducción del inglés: Paz Blanco Castro
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